Según un estudio de la Universidad de Toulouse (Francia), el deshielo que se está produciendo en algunas zonas del Ártico debido al calentamiento global, se ha triplicado, lo que eleva la contaminación generada por el mercurio acumulado en dichos bloques de hielo.
Esta investigación, publicada en la conocida revista científica Nature, explica que el hielo marino, por su densidad, impide que se descompongan las toxinas del mercurio en el agua, ya que dichas toxinas serían absorvidas por el mismo bloque de hielo.
La concentración de dichas partículas no resultaría peligrosa si se desprendieran dichas toxinas lentamente, pero con el cambio climático, este proceso de descongelación se ha acelerado y los porcentajes de toxinas del mercurio se han acrecentado en las aguas del Ártico y el Mar de Bering.
Para llevar a cabo este trabajo, los científicos analizaron los niveles de mercurio que poseían los huevos de aves de colonias situadas en las zonas limítrofesde dichas costas.
Con este estudio se ha llegado a la conclusión de que la descomposición de componentes de mercurio por la luz solar es mucho menor en regiones con amplias capas de hielo que en regiones con capas más reducidas.